Opinión: En movilidad extrema

Aunque la TV anunció ayer un aumento en las temperaturas, aquí en La Mancha la temperatura a primera hora de la mañana sigue baja, estoy escribiendo el presente post en una cafetería, tengo desplegada sobre la mesa,  mi teléfono móvil un ZTE Blake V7 Lite, un Hub de cuatro puertos USB 3.0, un antiguo teclado de goma que antaño regalaban con los botes de Cola-Cao y un pequeño ratón óptico que siempre llevo en el bolso, junto con unos cascos alambrados (para escuchar la FM), otros Bluetooth para escuchar podcast sin cables que entren o salgan del bolso y una batería externa de 3000 miliamperios.
La gente pasa a mi lado y me mira extrañada, algunos cuchichean, otros se sonríen al ver a un tipo ya entrado en años, con el pelo cano y un montón de cachivaches sobre la mesa, bueno a decir verdad eso pasaba antes, antes del incidente del otro día.

El incidente.

Pasó lo siguiente:
El otro día en esta misma cafetería el camarero mostraba a la peña orgulloso su última adquisición un iPhone modelo X de esos que valen sus buenos  mil pavos europeos, pedí el té rojo de rigor, sin prestar mucha atención a la cháchara de los paisanos que alababan las virtudes del cacharro y lo bonito que era, me sentía como en ese cuento titulado "El Traje del Emperador", ese mismo, en el que un pícaro le fabrico al Rey un traje con una tela mágica que cobro a "cojon de Obispo" cuando  no existía tal tela y el realidad el Rey se paseaba en pelota picada ante la plebe, lo que pasa es que no había nadie que se atreviera a decir tal cosa hasta que un niño, exclamo: ¡Pero si va desnudo!. Pues lo mismo le pasa a un servidor, nadie se le ocurría decir: pero si vale 1000 Euros y no hace nada especial, nada que un móvil mucho, mucho más barato pueda hacer.
Ante mi silencio, el orgulloso camarero me pregunto:

¿Que que te parece mi nueva adquisición?

No está mal ¿Un poco caro, no?

¡Claro!  Pero es el mejor móvil del mercado y la calidad se paga...

Yo no tenía ganas de discusiones me limite a sonreír. Pero ya saben, como decían las chicas de Objetivo Birmania: "Llevo un demonio dentro y no lo puedo parar..." y es ahí, ahí mismo donde la cague.

¿A qué tú móvil, no puede hacer esto que te voy a mostrar?

¿A que te refieres....?

Saque el ZTE Blake V7 Lite (100 Euros en Amazon) y como estaba conectado a la Red WiFi del local, mediante una aplicación hice una auditoría de quien estaba conectado en ese momento a la mencionada Red.

A que tu ordenador, ese que tienes ahí para poner música y llevar la caja, usa como nombre de usuario: Orgullo Gay-PC. Afirme.

Las risas de los paisanos se podían escuchar en kilómetros a la redonda, curiosamente como en el cuento de El Traje del Emperador, la tez de camarero se puso roja como un tomate, hasta que pasado un instante pasó de roja a mortalmete pálida, ya que el fulano empezó a sospechar y creer que yo podía realizar una intrusión en su sistema, solo Dios sabe los oscuros secretos que este fulano guarda en sus carpetas. Lo mismo pasó con el resto del respetable, todos sus dispositivos estaban enganchados a la Red, para ahorrar datos, cesaron las risas y pasarlo a mirar con evidente desconfianza los teléfonos móviles.

Así que ahora cuando paso y despliego los cacharros encima de la mesa, la tropa, ya no sonríe ni cuchichea alegremente, ahora me miran con aire serio y en voz baja advierten a los demás sobre mi maligna presencia.

Yo les he intentado explicar que ni sé, ni puedo realizar una intrusión en sus sistemas, pero gracias a los medios de comunicación y a alguna serie de TV del estilo Mr. Robot, los jodios no me creen, así que ahora aguanto esta especie de penitencia, de la solamente yo soy responsable, ya que la mayoría de las veces, uno está más guapo callado.

Para terminar agradecer a Julio Converso 72, el haberme facilitado los enlaces de su relato "El Refugiado Ruso" y el del texto que tradujo Jonathan del Blog "Sobreviviendo Sin PC" titulado: "El Hacker Ruso de la PDA" y que ahora forma parte de la biblioteca de Islas en Red, con el nombre de "Documento Fundacional Nº 7"...

Sin más y como diria el mencionado Jonathan: Corto y fuera....