domingo, 18 de octubre de 2015

Relato: El Tatuaje de “Magneto”.

Ayer mismo me reprochaba y me acusaba un lector del blog “Sobre ceros y unos”, a través de mensajería instantánea, de ser un tipo informal y de no cumplir mis promesas.

-¿Que promesa? Pregunte yo.

-¡Dejate de coñas marineras! Me refiero a la promesa de escribir aquella anécdota relacionada con el tatuaje de @Lazarus. Respondió el fulano, que por más señas, no era ni Ruperto, ni Karl Egas. Aclaro el asunto para que no haya malos entendidos con mentes malpensadas.

Antes de nada debo aclarar que a mi el tema de los tatuajes, “piercing” y demás abalorios extravagantes con que las gentes modernas y no tan modernas adornan sus “tocinos” a mi no me va. En mi época de mozo, el fulano que iba cubierto de tatuajes era automáticamente relacionado o con La Legión , o lo que es peor, con la Cárcel, pero ahora la cosa a cambiado y de ser algo marginal a pasado a ser algo Güay (con diéresis) del Paraguay.

Yo del tema del tatuaje de @Lazarus me entere a través de Twitter, alguien menciono que Antonio se iba a tatuar algo en el brazo y yo que a veces tengo “muy mala leche” pregunte que si lo que se iba a tatuar era una “Gallina Ponedora”, alguien que no pillo la broma, me respondió que no, que lo que se iba a tatuar era al parecer un Dragón.

¡Ah! ¡Mira! Una cosa más acorde a su personalidad. Pensé yo.

Aprovecho este inciso para pedir públicamente disculpas a @Lazarus, por el incidente.

El tatuaje @Lazarus me trajo a la mente lo que paso antaño con un personaje al que en el trabajo apodábamos “Magneto”. Me refiero a “Magneto” el villano aquel de “Los Vengadores” que tenia el poder de atraer los metales. Pues bien, a este le llamábamos “Magneto” , por que al terminar el turno de trabajo, rara era la vez que no lo vieras con una lata de cerveza en la mano, siempre que lo veías el fulano llevaba una y a veces dos latas en la mano, de ahí el apodo.

Magneto” además de atraer metales (latas de cerveza) era un habitual de los gimnasios y se le veía a menudo practicando culturismo. Aquel fulano tenia unos brazos muy fuertes, el caso es que un buen día pensó en adornar su musculoso y poderoso brazo derecho con un símbolo chino, cosa que por aquel entonces estaba de moda,

-¡Ostias Magneto! ¿Que llevas tatuado en el brazo? Preguntaba “la peña”.
-El símbolo chino del valor. Contestaba orgullosamente él.

Una noche de sábado “Magneto” y un servidor se fueron de copas a una Disco de moda, aquella noche el fulano vestía una camiseta sin mangas para lucir el tatuaje. Estando en la barra tomando unos cubatas, apareció por allí una chica rubia bastante mona, acompañada de una chica de origen asiático. La chica china, se quedo mirando el tatuaje de “Magneto” y dijo algo al oído de la rubia, riéndose posteriormente las dos.

-¿Has visto “Indio”? . Me pregunto “Magneto” dándome un codazo. Anda “Indio”, diles algo tu que tienes más cara, pero eso si, ¡la rubia es para mi!.

-No se yo, no se yo..... Respondí inmerso en un mar de dudas.

Me acerque a las chicas, seguido por el tímido “Magneto”, al llegar a su altura nos presentamos y le pregunte sobre que les hacia tanta gracia.

-Es sobre una cosa que me ha dicho mi amiga del tatuaje de tu amigo. Dijo la rubia.
-¿El símbolo chino del valor?. Pregunte yo.

Las tías se tronchaban de risa y “Magneto” se empezaba a sentir inquieto.

-Pero bueno ¿Me podéis decir a que viene tanta risa?. Pregunte yo algo “mosca”.
-Os vais a enfadar, sobre todo tu colega. Respondió la rubia.
-¡Venga! ¡venga! No seáis así. Les dije yo
-Mira Chaval, lo que lleva tatuado tu amigo en el brazo no es el símbolo chino del valor, dice mi amiga que lo que literalmente pone es: SOY UN CERDO.

Dicho esto los tres, las dos chicas y un servidor, nos empezamos a reír a carcajadas , cosa que termino de hundir moralmente al pobre “Magneto”, con la cabeza baja y tapándose el tatuaje con la mano abandono apresuradamente el local.

Después del incidente “Magneto” estuvo una semana sin dirigirme la palabra, luego las aguas volvieron a su cauce, la ultima vez que lo vi, más viejo y posiblemente más sabio, lucia el dichoso tatuaje sin la menor preocupación.

-¿Que? ¿Ya no te avergüenza lucirlo?. Pregunte yo.

-¡Mira Indio! Por una parte me traen “al pairo” las opiniones de la gente y por otra parte, aquí tampoco hay tanta gente que sepa leer caracteres chinos ¿no?.

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