miércoles, 7 de enero de 2015

Relato: Números.

Me conocen como el Señor H...., trabajo como analista de sistemas y agente encubierto para Weyland-Yutani Corporation, soy lo que se dice un hombre para todo, tengo un buen sueldo, viajo mucho, conduzco un lujoso coche, una atractiva mujer comparte mi vida, en fin lo que se dice una vida más o menos placentera, pero debo confesarles una cosa, tengo una obsesión, una obsesión que me ha veces me perturba y que en muchas ocasiones me hace perder el sueño, me obsesionan los números.

Esto, a la obsesión me refiero, la descubrí hace apenas unos días, en un episodio banal de la vida, unos de esos episodios anónimos que posteriormente marcaran nuestra vida.

Ocurrió cuando una tarde gris del mes de diciembre, me encontraba trabajando en la oficina, escribiendo un aburrido informe sobre una pequeña empresa de internet gestionada por un programador argentino, una especie de estrella fugaz que había aparecido en la red, que afirmaba haber creado un método de cifrado indescifrable, la verdad es que tal afirmación había resultado ser una falacia, ante los primeros ataques llevados a cabo por nuestro ordenador (no por cuántico, el análisis lo realizo el antiguo) el código se había diluido como un azucarillo en el agua.

El caso es que aburrido cerré la sesión de trabajo y baje a la cafetería de la esquina, al entrar en el establecimiento, la camarera, una joven y atractiva rubia se encontraba sola en el local, apoyada en la barra intentando solucionar un sudoku de una revista del corazón.

Al verme de entrar se dirigió hacia a mi y me pregunto:

-¿Que va a ser?.
-¿Tiene Viennes?, pregunte a la vez.
-No, de eso no tenemos “Jefe”.
-¿Capuchino?, tal vez.
-De eso tampoco hay, “Jefe”.
-Descafeinado entonces, dije yo e indicado el sudoku, le dije ¿que anotando números?.

La chica hizo un perceptible mohín de desagrado, supongo que pensó: “Vaya otro madurito de mediana edad, que intenta ligar conmigo”, sin embargo contesto:

-Es un sudoku, ¿sabe lo que es un sudoku?.

La chica se quedo perpleja, supongo que ella esperaba que al devolverme la mirara me pescara intentado verle el culo , pero al volverse hacia mi, lo único que yo hacia era mirar fijamente los numero anotados en la revista.

Números, en ese momento recordé donde empezó mi relación con los números, me refiero a mi autentica relación, ya que como todo el mundo los había conocido en las clases de matemáticas de la escuela.

Fue una fría noche del mes de noviembre, yo tenía por aquel entonces unos doce años, en el desván de casa había un viejo receptor de radio de válvulas de vacío que tenia aparte de la banda de Onda Media (la AM actual) las bandas de onda pesquera y varias bandas de Onda Corta.

Lo encendí y conectando un hilo largo cree una especie de antena de “fortuna”, al sintonizar la Onda Media la estancia se lleno de ruidos y silbidos producidos por la estática, moviendo el dial sintonice con varias emisoras nacionales, la Banda de Onda Pesquera estaba absolutamente vacía, y en las bandas de Onda Corta llegue a sintonizar algunas emisoras internacionales, algo aburrido estaba a punto de apagara el receptor cuando en la banda de veintiún metros sintonice una curiosa transmisión. Se trataba de una mujer recitando una lista de número en ingles, hacia una pausa, y volvía a recitar los mismos números, pasados unos minutos la emisión finalizo con una inquietante musiquilla.

Años más tarde sabría que había sintonizado con la emisora de números llamada por los aficionados al Diexismo (escuchas de la Onda Corta), “Rapsodia Sueca”, ya que la emisión terminaba con la musica de una “nana” sueca.

Me obsesione con estas emisiones, escuchando programas diexistas como “Radio Enlace” emitido por la emisora internacional holandesa “Radio Nederland” y por el programa “Frecuencia RM” un programa de Radio Moscu Internacional, supe que estas a extrañas emisiones se las llamaba emisoras de números, y eran en realidad códigos dirigidos a agentes encubiertos que se encontraban desarrollando alguna misión en un país extranjero.

Recuerdo pasar muchas noches anotando números, llenando folios y folios de cifras sin sentido alguno, pero no seria hasta llegada de la Internet de baja velocidad, leyendo mensajes en algunas de aquellas primitivas BBS, cuando me enteraría de lo del Proyecto Conet, el cifrado Vernam y lo de la libreta de un solo uso.

Proyecto Conet

El Proyecto Conet, es una iniciativa llevada a cabo por Diexistas amateur para grabar, seguir e identificar emisoras de números.


Las emisoras de números, también denominadas estaciones numéricas, son emisoras de radio de onda corta de origen incierto.
En general transmiten voces leyendo secuencias de números, palabras, o letras (a veces utilizando un alfabeto fonetico).
Las voces que se oyen en estas emisoras son muchas veces generadas mecánicamente, vienen en una gran variedad de idiomas, y normalmente son femeninas; aunque a veces se usan voces masculinas o infantiles.
Las pruebas apoyan las suposiciones populares de que estas emisoras son canales de comunicación para enviar mensajes a espias. Esto no ha sido reconocido públicamente por ningún gobierno que pueda operar una emisora de números, aunque ha habido un caso de procesamiento público al espionaje de una emisora de números cubana (emisora Atención) por un tribunal estadounidense.
Las emisoras de números aparecen y desaparecen a lo largo del tiempo (aunque algunas siguen horarios regulares), y su actividad total ha aumentado ligeramente desde principios de los años 90. Este aumento sugiere que, como fenómenos relacionados con el espionaje, no fueron únicas a la guerra fria.
Las características de estas emisoras son muy variadas. Algunas siguen horarios estrictos, mientras que otras emiten a momentos aparentemente aleatorios. Las voces pueden leer números, letras, palabras, tonadas, o código morse. La voz que lee la información puede ser automática o producida en el momento, de una persona joven o vieja, masculina o femenina. El uso de distintos idiomas para transmitir la información no necesariamente indica el origen del mensaje.
El uso de géneros musicales específicos puede también ser un intento de distraer a las personas de la idea de que estas emisoras tienen propósitos de espionaje. Alguien que oiga música extraña junto con una niña leyendo números podría, por ejemplo, tomar una tal transmisión por una niña jugando con la radio; sin embargo, el oyente experto notará que tales números son leídos de manera idéntica, como cuando se marca un número equivocado en el teléfono y una máquina anuncia que el número no ha sido reconocido.


Cifrado Vernam.
En terminología moderna, un cifrado de Vernam es un cifrado de flujo en el que el texto en claro se combina, mediante la operación XOR con un flujo de datos aleatorio o pseudoaleatorio del mismo tamaño, para generar un texto cifrado. El uso de datos pseudoaleatorios generados por un generador de números pseudoaleatorios criptográfica mente seguro es una manera común y efectiva de construir un cifrado en flujo. E RC4 es un ejemplo de cifrado de Vernam que se utiliza con frecuencia en Internet.
Posteriormente a la invención del cifrado de Vernam, Joseph Mauborgne propuso que la cinta de papel contuviera información completamente aleatoria. Las dos ideas, combinadas con el uso único de las claves, implementan la libreta de un solo uso, aunque ninguno de los dos inventores utilizó ese nombre.
Libreta de un solo uso.
En Criptografía la libreta de un solo uso, también llamado Relleno de un solo uso (del inglés one-time pad), es un tipo de algoritmo de cifrado por el que el texto en claro se combina con una clave aleatoria o «libreta»igual de larga que el texto en claro y que sólo se utiliza una vez. Fue inventado en 1917. Si la clave es verdaderamente aleatoria, nunca se reutiliza y, por supuesto, se mantiene en secreto, se puede demostrar que el método de la libreta de un solo uso es indescifrable.
Sobre este tema, hay quien afirma, que estas emisiones tienen un origen extraterrestre, o incluso que cuando Marconi, encendió su primitivo receptor escucho ya algunas de esta emisiones, había incluso quien dentro del Proyecto Conet, había grabado varios Cds de audio con estas transmisiones y se comercializaban para pasar miedo escuchando estos sonidos en una habitación a oscuras.
Pero chorradas aparte, creo que esta obsesión de mi niñez por los números fue lo que realmente me llevo a trabajar para Weyland-Yutani, ya que claro esta, mi Corporación estaba muy interesada en formas de comunicación y cifrado seguras.
Todavía recuerdo el “memorándum” que sobre el asunto redacte para la empresa, informe que en la actualidad duerme el sueño de los justos en cierta cámara acorazada de Chicago.
Ya que la libreta de un solo uso si es indescifrable, y no esa chorrada de código sobre la que había escrito mi ultimo informe, inventado par un tal GumPer.
La voz de la camarera me saco de mis pensamientos.
-¿Se encuentra bien , “Jefe”?.
-Si, si perfectamente, gracias, dije tomando un sorbo de café y apartando la vista de los números escritos en la revista.
-Solo son números “Jefe”, dijo la chica preocupada.
-Ya lo se, respondí yo.

*Nota: Lo escrito en cursiba esta sacado de la Wikipedia.


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