El
primer fallo de sistema lo dio “Passport”, la cosa “pitaba”
normalmente cuando un “cri, cri” a modo de grillo siniestro sonó
dentro del mueble del servidor, fue el anuncio de que el disco duro
de nombre “Passport” con capacidad de un terabyte se fue a "freír
espárragos"... ¿Y ahora que? películas, series, documentos, todo lo
que contenía “Passport” había dejado de existir hacia apenas
un segundo.
Apague
apenado y compungido el servidor, ¿y ahora que?, sin mucha confianza
en lo que hacia desconecte el ratón del notebook que me sirve como
servidor y quitando a Passport del concentrador USB, lo conecte
directamente en el puerto USB vacante. Volví a encender a “Madre”,
el anuncio de Lubuntu apareció normalmente, el siniestro cri, cri
ya no se oía. El ordenador termino de cargar el sistema operativo,
impaciente paso a chequear ¿y? La cosa “pitaba” normalmente,
las películas, series y documentos volvieron a existir. ¡Que susto!
Pasaron unos días, pero aún así no me fiaba, entraba en la
habitación donde “Madre” emitía su zumbido habitual y aguzaba
el oído para intentar escuchar lo que yo ya denominaba el “grillo
del averno”.
El
siguiente fallo lo dio “Elements”, los descargados “torrents”
de la serie “Powers” habían perdido la ubicación de sus
archivos, al conectar “Transmission” las bandas de descarga
habían perdido su habitual color azul y aparecían en un inusitado
color rojo. ¡No me jodas “Madre”!. Elements contenía el
“backup” de mi biblioteca electrónica, conecte “Transmissión
Gui” en “Cazuela” para intentar ver que le pasaba a “Elements”
el segundo disco duro de un terabyte que fallaba en el servidor
“Madre”. Cazuela, mi ordenador portátil, estaba intentando
conectar con “Madre” a través de la aplicación “Transmission
Gui” cuando: cri, cri. ¡Vaya Mierda! ¡ahora vuelve a fallar
“Passport”!. Pero me equivocaba el siniestro grillo sonaba ahora
en “Elements”, desconecte todo. Asustado por la eventual perdida
de la copia de seguridad de la biblioteca electrónica desconecte del
“netbook” el USB que daba servicio al disipador de base y
desenchufado “Elements” del concentrador, lo volví a conectar
directamente a “Madre”. Enchufe ¿y? Y el cacharro volvió a la
vida como si no hubiera pasado nada.
Los
días pasaban ahora sin ninguna incidencia, conectaba a través del
servicio “TeamViewer” con “Madre”, controlaba su temperatura
a través de la cifra que aparecían en su barra de tareas, la
temperatura en reposo oscilaba entre los 55 y 59 grados, mientras que
a plena descarga la cosa subía hasta unos preocupantes 79 grados,
normal, estábamos en pleno julio, así que, o bien descargaba
contenidos de internet en plena madrugada o aprovechando la “fresca”
en las primeras horas de la mañana.
Serían
más o menos las 08:00 horas de un anónimo martes cuando de nuevo:
cri, cri . ¿Elements? ¿Passport?. ¡Pues no!, ahora fallaba
“Amazon” el tercer y ultimo disco duro de 2,5 pulgadas del
servidor “Madre” con una capacidad de dos terabytes. ¿Y este
ahora donde lo enchufo?. Los tres puertos USB estaban ya ocupados,
dos daban servicio a los discos duros de 2,5 pulgadas, “Passport”
y “Elements” y el tercero daba servicio a concentrador USB donde
estaban conectados otro tres disco duros, el mencionado “Amazon”
y además “Copia” y “Números”, estos dos últimos de 3,5
pulgadas. El concentrador también daba servicio a “Pendrive” un
lápiz USB de 16 gigabytes de capacidad donde se encuentra instalado
el Sistema Operativo de arranque de emergencia, el propio ratón y el
disipador de base del servidor.
Apague
todo y me fui a tomar un café para meditar el problema, no cabía
duda de que lo que realmente fallaba ¡A Dios gracias! era el
concentrador USB de 10 puertos, volví casi a la hora de comer,
¡nada! no se me había ocurrido nada, fallaban los discos de 2,5
pulgadas, no los 3,5, si no los de 2,5, los modernos, esos que no
necesitan alimentación, ¡alimentación! Vaya, a no ser que...
Subí
la escalera al despacho de dos en dos escalones, abrí el mueble del
servidor y me quede mirando la paupérrima fuente de alimentación
que daba corriente de ayuda al concentrado USB, 400 mA de pico
¡Coño! ¡A esto le falta alimentación! . Busque y rebusque y por
fin encontré la vieja fuente de alimentación comprada en un antiguo
bazar. Selector de voltaje 12, 9, 7.5, 6, 4.5 y 3 voltios 2 Amperios
de pico. La del concentrador daba 5 voltios, por un voltio más no
creo que se queme la cosa ¿no?. Enchufe y configure de nuevo la
alimentación de “Madre”, cruce los dedos y conecte, mire
atentamente para ver si divisaba alguna columna de humo que indicara
que aquello se iba al carajo ¡nada! La cosa estaba arrancando con
normalidad, metí la nariz y olí con ansiedad, en busca de olor a
churrasco ¡nada! El proceso de arranque había finalizado, “Madre”
funcionaba a pleno rendimiento, no cabía duda, el misterio estaba
resuelto toda aquella cadena de fallos era a causa de la falta de
“chicha”....
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