jueves, 7 de julio de 2016

Opinión: La falta de “chicha”.


El primer fallo de sistema lo dio “Passport”, la cosa “pitaba” normalmente cuando un “cri, cri” a modo de grillo siniestro sonó dentro del mueble del servidor, fue el anuncio de que el disco duro de nombre “Passport” con capacidad de un terabyte se fue a "freír espárragos"... ¿Y ahora que? películas, series, documentos, todo lo que contenía “Passport” había dejado de existir hacia apenas un segundo.

Apague apenado y compungido el servidor, ¿y ahora que?, sin mucha confianza en lo que hacia desconecte el ratón del notebook que me sirve como servidor y quitando a Passport del concentrador USB, lo conecte directamente en el puerto USB vacante. Volví a encender a “Madre”, el anuncio de Lubuntu apareció normalmente, el siniestro cri, cri ya no se oía. El ordenador termino de cargar el sistema operativo, impaciente paso a chequear ¿y? La cosa “pitaba” normalmente, las películas, series y documentos volvieron a existir. ¡Que susto! Pasaron unos días, pero aún así no me fiaba, entraba en la habitación donde “Madre” emitía su zumbido habitual y aguzaba el oído para intentar escuchar lo que yo ya denominaba el “grillo del averno”.

El siguiente fallo lo dio “Elements”, los descargados “torrents” de la serie “Powers” habían perdido la ubicación de sus archivos, al conectar “Transmission” las bandas de descarga habían perdido su habitual color azul y aparecían en un inusitado color rojo. ¡No me jodas “Madre”!. Elements contenía el “backup” de mi biblioteca electrónica, conecte “Transmissión Gui” en “Cazuela” para intentar ver que le pasaba a “Elements” el segundo disco duro de un terabyte que fallaba en el servidor “Madre”. Cazuela, mi ordenador portátil, estaba intentando conectar con “Madre” a través de la aplicación “Transmission Gui” cuando: cri, cri. ¡Vaya Mierda! ¡ahora vuelve a fallar “Passport”!. Pero me equivocaba el siniestro grillo sonaba ahora en “Elements”, desconecte todo. Asustado por la eventual perdida de la copia de seguridad de la biblioteca electrónica desconecte del “netbook” el USB que daba servicio al disipador de base y desenchufado “Elements” del concentrador, lo volví a conectar directamente a “Madre”. Enchufe ¿y? Y el cacharro volvió a la vida como si no hubiera pasado nada.

Los días pasaban ahora sin ninguna incidencia, conectaba a través del servicio “TeamViewer” con “Madre”, controlaba su temperatura a través de la cifra que aparecían en su barra de tareas, la temperatura en reposo oscilaba entre los 55 y 59 grados, mientras que a plena descarga la cosa subía hasta unos preocupantes 79 grados, normal, estábamos en pleno julio, así que, o bien descargaba contenidos de internet en plena madrugada o aprovechando la “fresca” en las primeras horas de la mañana.

Serían más o menos las 08:00 horas de un anónimo martes cuando de nuevo: cri, cri . ¿Elements? ¿Passport?. ¡Pues no!, ahora fallaba “Amazon” el tercer y ultimo disco duro de 2,5 pulgadas del servidor “Madre” con una capacidad de dos terabytes. ¿Y este ahora donde lo enchufo?. Los tres puertos USB estaban ya ocupados, dos daban servicio a los discos duros de 2,5 pulgadas, “Passport” y “Elements” y el tercero daba servicio a concentrador USB donde estaban conectados otro tres disco duros, el mencionado “Amazon” y además “Copia” y “Números”, estos dos últimos de 3,5 pulgadas. El concentrador también daba servicio a “Pendrive” un lápiz USB de 16 gigabytes de capacidad donde se encuentra instalado el Sistema Operativo de arranque de emergencia, el propio ratón y el disipador de base del servidor.

Apague todo y me fui a tomar un café para meditar el problema, no cabía duda de que lo que realmente fallaba ¡A Dios gracias! era el concentrador USB de 10 puertos, volví casi a la hora de comer, ¡nada! no se me había ocurrido nada, fallaban los discos de 2,5 pulgadas, no los 3,5, si no los de 2,5, los modernos, esos que no necesitan alimentación, ¡alimentación! Vaya, a no ser que...

Subí la escalera al despacho de dos en dos escalones, abrí el mueble del servidor y me quede mirando la paupérrima fuente de alimentación que daba corriente de ayuda al concentrado USB, 400 mA de pico ¡Coño! ¡A esto le falta alimentación! . Busque y rebusque y por fin encontré la vieja fuente de alimentación comprada en un antiguo bazar. Selector de voltaje 12, 9, 7.5, 6, 4.5 y 3 voltios 2 Amperios de pico. La del concentrador daba 5 voltios, por un voltio más no creo que se queme la cosa ¿no?. Enchufe y configure de nuevo la alimentación de “Madre”, cruce los dedos y conecte, mire atentamente para ver si divisaba alguna columna de humo que indicara que aquello se iba al carajo ¡nada! La cosa estaba arrancando con normalidad, metí la nariz y olí con ansiedad, en busca de olor a churrasco ¡nada! El proceso de arranque había finalizado, “Madre” funcionaba a pleno rendimiento, no cabía duda, el misterio estaba resuelto toda aquella cadena de fallos era a causa de la falta de “chicha”....


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