sábado, 23 de agosto de 2014

Opinión: Divagando.

Recuerdo que siendo yo un adolescente, cierto día vi uno de los documentales de la serie “Cosmos” que presentaba y dirigía el fallecido astrónomo y divulgador Carl Sagan, este dio una de las definiciones de la palabra “libro” que se quedaría marcada en mi mente, creo que para el resto de mis días.

Esta definición venia a decir más o menos, que el invento de la escritura ha sido unos de los mayores logros, si no el mayor logro de la humanidad, con el los conocimientos pasan de generación a generación salvando así el paso del tiempo y el olvido.

“Curioso invento el del libro”, decía, “sus autores nos hablan y nos trasmiten sus conocimientos y pensamientos, a través de la lectura, sin importar el paso de los años o de los siglos”.

Hoy en día vivimos en una sociedad, que como ya  vaticino Julio Verne en su obra “París en el siglo XX” “todo el mundo sabe leer, pero casi nadie lee”, y es que como decía el genial Jesús Quintero aquel “Loco” que tenia como patria una colina y como amigos un río y un limonero: “ siempre ha habido analfabetos, la incultura y la ignorancia se habían sentido con cierta vergüenza, aunque nunca nadie como ahora había presumido de no leer un puto libro en su jodida vida” añadiendo que: “los analfabetos de hoy son los perores, la mayoría han recibido cierta educación y saben leer y escribir, pero no ejercen”.

Todavía recuerdo escuchar los pensamientos de este hombre a través de la radio, su voz competía con los chisporroteos de la banda de AM, mientras de fondo se escuchaba la melodíaShine On You Crazy Diamond” (Sigue brillando diamante loco), de “Pink Floyd”.

Y es que los tiempos han cambiado una barbaridad, aun así la sociedad me sigue sorprendiendo, todavía recuerdo cuando en mi pequeño pueblo se abrió la biblioteca municipal, si esa misma que ahora nuestros “inteligentes” políticos quieren grabar con algún que otro impuesto dependiendo del número habitantes de la población y del número de lectores que tenga la biblioteca, ya que por si fuera poco (con lo poco que en la actualidad lee la gente) “parió la abuela”.

Pues bien decía que recuerdo el día que me apunte a la biblioteca, ¡libros gratis!, un inmenso universo por explorar, hoy en día, gran parte de los jóvenes que van a la biblioteca acuden a estudiar, que no esta mal, pero hay también una inmensa mayoría que acuden, no para leer, si no  por que hay internet gratis, los veo hacer colas para utilizar los ordenadores públicos y acceder a la red, mientras en los anaqueles, los libros se cubren de polvo entre la indiferencia y el olvido de la mayor parte de los usuarios.

Hay muchas tardes de invierno que suelo acudir a la biblioteca, a eso, a leer, cargado con mi anticuado “Ebook”, me suelo sentar rodeado de estudiantes, que con sus apuntes, libros de texto y ordenadores portátiles realizan sus trabajos, mientras que otro grupo de jóvenes y no tan jóvenes hacen cola para acceder a internet.

A veces levanto la mirada del dispositivo y observo lo que la mayoría de la gente saca prestado de la biblioteca, que en vez de ser libros, son contenidos audiovisuales, DVDs (películas) en su mayoría y algún que otro CD de música. Yo cuando veo esto sonrío al recordar con cierta nostalgia la época en la que acudía a la biblioteca para leer algún titulo en particular y este por estar de moda estaba casi siempre prestado, por ejemplo la novela “Caballo de Troya” de J.J. Benitez, me costo más dos paseos hasta que la pude sacar prestada para leerla.


En fin escribo este articulo, no como una critica, si no como una opinión personal, tal vez algo trasnochada, sentado en la terraza de un bar ayudado de un bolígrafo y de unas servilletas de papel mientras escucho de fondo a Rupert hablar de libros y literatura mientras leo en mi viejo “Ebook” la novela “Nocturna” de Guillermo del Toro y Chuck Hogan.  

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