sábado, 2 de agosto de 2014

Relato: Iridium Flares.

Blue jeans, white shirt (Vaqueros azules, camisa blanca,)
Walked into the room , (entras a la habitación,)
you know you made my eyes burn, (sabes que haces arder mis ojos,)
It was like James Dean, For sure, (era como James Dean, seguro.)
you're so fresh to death (eres tan descarado como la muerte, )


Meliton Salazar se haya sumido en sus pensamientos mientras fuma un Ducados y escucha la canción Blue Jeans de Lana del Rey.
Ding,dong

Meliton Salazar mira su reloj de bolsillo, un esplendido Magister sin tapa metálica y con la trasera de vidrio que deja a la vista toda su maquinaria interior.
Las 17:00 horas esa debe de ser Natalia, puntual como siempre.
Meliton Salazar abre la puerta y saluda a Natalia Figueroa una antigua amiga del instituto, aunque su amiga se llame Natalia Figueroa, nada tiene que ver con la esposa del cantante Raphael, su amiga es mucho más guapa y atractiva, piensa Salazar.

-Pasa, pasa Natalia, ¿que tal te va la vida?

Preguntas de rigor, sobre la vida, la familia , en fin el protocolo humano.

Meliton, esta intrigado desde que Natalia, le llamo hacia unos días y dijo si podría visitarlo para hablar con él.

-¿Que leches me querrá decir esta tía?, pensaba Melitón.

A punto estuvo de excusarse poniendo algún que otro achaque, ya que la cosa en el instituto no acabo del todo bien para Salazar, enamorado hasta las trancas de Natalia, esta le rompió el corazón, pero ya se sabe la curiosidad mato al gato, así que le dijo que cuando quisiera podría pasar a visitarlo.

Ya en su despacho.

-¿Quieres tomar algo Natalia?, pregunta Melitón.
-¿Tenes café?
-Claro, espera un momento.

I will love you till the end of time (Te querré hasta el fin de los tiempos,)
I would wait a million years (esperaría un millón de años,)
Promise you'll remember that you're mine (promete que te acordarás de que eres mío.)
Baby can you see through the tears? (Nene, ¿puedes ver a través de las lágrimas?)

La canción de Lana del rey sigue sonando en segundo plano, Natalia observa algo sobrecogida el despacho se Salazar lleno de extrañas fotografías publicadas por una tal Isabel Puyol, negros legajos y extraños libros llenan los anaqueles de las estanterías del despacho.

-¿Que, te gusta el despacho?, pregunta Salazar.
-Es algo.....
-Raro, extraño, friky, no te cortes.
Natalia asiente algo avergonzada.
-¿Tu diras....? pregunta Salazar.
-No se por donde empezar....
-¿Tal vez por el principio?, pregunta Salazar.
-Veras se trata de Alberto, mi marido, ¿te acuerdas de él?
-Vagamente, miente Salazar, mientras endurece la mirada.
-Pues bien lleva un tiempo algo raro, distante, yo la verdad es que tenias serias dudas, sospechaba que tenia un romance con Raquel, ¿recuerdas a Raquel?....
Meliton se encoge de hombros y posteriormente asiente.
-Pues bien, continua Natalia, fuimos a cenar y de vuelta a casa salio de la carretera y paro en un camino, ya allí confirmo mis sospechas, estaba liado con Raquel....
-¿y?, la verdad es que no entiendo.....dijo Salazar.
Natalia hace un gesto con la mano.
-Espera, ahora viene la parte extraña, dijo Natalia, el caso es que como he dicho, dijo que llevaba un tiempo liado con Raquel, pero... lo cierto es que también me dijo que no por que al él le gustara ella, si no por que...., por que.... se lo habían ordenado los extraterrestres,
-¿No jodas?, replico Salazar.
-Me confeso que llevaba tiempo en contacto mental con lo que él llama unas entidades extraterrestres, que según él le guían, y que hacia dos meses le habían ordenado mantener relaciones sexuales con Raquel.
Salazar la miraba perplejo.
-¿Y tu lo crees?, pregunto Melitón.
-Me enfade mucho y le amenace con el divorcio, y con quedarme con todo lo mio, ¿sabes que tenemos separación de bienes?, le dije que se podía ir con esa guarra cuando quisiera, pero la casa, el dinero y hasta el coche donde en ese momento se desarrollaba la discusión era mio.
En ese momento Alberto se bajo del coche y me pidió que saliera, sin darme más explicaciones me dijo ¡mira!, me señalo más o menos hacia el este, en ese momento un punto de luz se hizo cada vez más y mas luminoso, hasta llegar a ser el objeto más brillante del cielo y tal y como había aparecido, desapareció, lo ves dijo él, me quede callada y de vuelta a casa me debatía entre el enfado y el miedo, y es así como me acorde de ti.
-Por lo Friky ¿no?, dijo Salazar encendiéndose un Ducados.
-No te lo tomes a mal...
Salazar hizo un gesto con la mano.
-Tranquila, ya estoy acostumbrado, ahora dime, ¿te ha pedido que todo si igual, no?, me refiero a disfrutar de tu dinero y de tu casa y si viene el caso hasta de ti, mientras se tira a la otra, pobrecillo, el no tiene culpa, la culpa es de los extraterrestres ¿no?.
-Mas o menos, pero esto es de locos, y luego esta lo del OVNI...
-¿El OVNI?, te refieres a la luz que viste, dime ¿durante la discusión Alberto miraba el reloj, o tal vez el móvil?, pregunto Salazar.
-Ahora que lo dices miro varias veces el reloj, tal vez por los nervios....
-¿A que hora paso eso?, más o menos, pregunto Salazar.
-Manos o menos a las once y media del pasado sabado ¿por que?, pregunto Natalia...
Salazar consulto algo en su ordenador, un extraño aparato hecho con múltiples piezas, el monitor mostraba un escritorio que Natalia no reconoció.
-Natalia ¿sabes lo que es un Iridium?, pregunto Salazar.
-¿Un Iridium?, ni idea, ¿que es?..
-Un satélite de telefonía móvil, concretamente un cacharro que mide unos cuatro metros de envergadura y tiene cuatro grandes paneles y antenas bañados en plata que reflejan la luz solar, son satélites de orbita baja y por lo tanto dan la sensación de moverse extremadamente rápidos, como te dicho, tienen la capacidad en un momento dado de reflejar la luz del sol, concretamente el pasado sábado a las 23:41, se pudo observar hacia el este, el Iridium 91 con una magnitud de -7,8, veras contra menos magnitud mas brillante es el objeto, esa noche no había luna, así que sin duda en ese momento seria el objeto más brillante del cielo, a esas observaciones los expertos las denominan Iridium flares ( bengalas de iridio), por su espectacularidad y brevedad, ahí tienes tu OVNI.
-Estas seguro, Mely, volviéndolo a llamar como en los tiempos del instituto.
Salazar asintió con la cabeza.
-Lo siento, no hay extraterrestres, ni tan siquiera OVNI, lo único que queda es un marido infiel, dijo Meliton.
-Gracias, dijo ella.

La vio alejarse mientras bajaba la calle, aun conservaba ese porte, esa dignidad, ese atractivo que un mal día de mayo le rompió el corazón, volvió al despacho y siguió con su trabajo mientras escuchaba a Lana del Rey.

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