Ayer
mismo me reprochaba y me acusaba un lector del blog “Sobre ceros y
unos”, a través de mensajería instantánea, de ser un tipo
informal y de no cumplir mis promesas.
-¿Que
promesa? Pregunte yo.
-¡Dejate
de coñas marineras! Me refiero a la promesa de escribir aquella
anécdota relacionada con el tatuaje de @Lazarus. Respondió el
fulano, que por más señas, no era ni Ruperto, ni Karl Egas. Aclaro
el asunto para que no haya malos entendidos con mentes malpensadas.
Antes
de nada debo aclarar que a mi el tema de los tatuajes, “piercing”
y demás abalorios extravagantes con que las gentes modernas y no tan
modernas adornan sus “tocinos” a mi no me va. En mi época de
mozo, el fulano que iba cubierto de tatuajes era automáticamente
relacionado o con La Legión , o lo que es peor, con la Cárcel, pero
ahora la cosa a cambiado y de ser algo marginal a pasado a ser algo
Güay (con diéresis) del Paraguay.
Yo
del tema del tatuaje de @Lazarus me entere a través de Twitter,
alguien menciono que Antonio se iba a tatuar algo en el brazo y yo
que a veces tengo “muy mala leche” pregunte que si lo que se iba
a tatuar era una “Gallina Ponedora”, alguien que no pillo la
broma, me respondió que no, que lo que se iba a tatuar era al
parecer un Dragón.
¡Ah!
¡Mira! Una cosa más acorde a su personalidad. Pensé yo.
Aprovecho
este inciso para pedir públicamente disculpas a @Lazarus, por el
incidente.
El
tatuaje @Lazarus me trajo a la mente lo que paso antaño con un
personaje al que en el trabajo apodábamos “Magneto”. Me refiero
a “Magneto” el villano aquel de “Los Vengadores” que tenia
el poder de atraer los metales. Pues bien, a este le llamábamos
“Magneto” , por que al terminar el turno de trabajo, rara era la
vez que no lo vieras con una lata de cerveza en la mano, siempre que
lo veías el fulano llevaba una y a veces dos latas en la mano, de
ahí el apodo.
“Magneto”
además de atraer metales (latas de cerveza) era un habitual de los
gimnasios y se le veía a menudo practicando culturismo. Aquel fulano
tenia unos brazos muy fuertes, el caso es que un buen día pensó en
adornar su musculoso y poderoso brazo derecho con un símbolo chino,
cosa que por aquel entonces estaba de moda,
-¡Ostias
Magneto! ¿Que llevas tatuado en el brazo? Preguntaba “la peña”.
-El
símbolo chino del valor. Contestaba orgullosamente él.
Una
noche de sábado “Magneto” y un servidor se fueron de copas a
una Disco de moda, aquella noche el fulano vestía una camiseta sin
mangas para lucir el tatuaje. Estando en la barra tomando unos
cubatas, apareció por allí una chica rubia bastante mona,
acompañada de una chica de origen asiático. La chica china, se
quedo mirando el tatuaje de “Magneto” y dijo algo al oído de la
rubia, riéndose posteriormente las dos.
-¿Has
visto “Indio”? . Me pregunto “Magneto” dándome un codazo.
Anda “Indio”, diles algo tu que tienes más cara, pero eso si,
¡la rubia es para mi!.
-No
se yo, no se yo..... Respondí inmerso en un mar de dudas.
Me
acerque a las chicas, seguido por el tímido “Magneto”, al llegar
a su altura nos presentamos y le pregunte sobre que les hacia tanta
gracia.
-Es
sobre una cosa que me ha dicho mi amiga del tatuaje de tu amigo. Dijo
la rubia.
-¿El
símbolo chino del valor?. Pregunte yo.
Las
tías se tronchaban de risa y “Magneto” se empezaba a sentir
inquieto.
-Pero
bueno ¿Me podéis decir a que viene tanta risa?. Pregunte yo algo
“mosca”.
-Os
vais a enfadar, sobre todo tu colega. Respondió la rubia.
-¡Venga!
¡venga! No seáis así. Les dije yo
-Mira
Chaval, lo que lleva tatuado tu amigo en el brazo no es el símbolo
chino del valor, dice mi amiga que lo que literalmente pone es: SOY
UN CERDO.
Dicho
esto los tres, las dos chicas y un servidor, nos empezamos a reír a
carcajadas , cosa que termino de hundir moralmente al pobre
“Magneto”, con la cabeza baja y tapándose el tatuaje con la mano
abandono apresuradamente el local.
Después
del incidente “Magneto” estuvo una semana sin dirigirme la
palabra, luego las aguas volvieron a su cauce, la ultima vez que lo
vi, más viejo y posiblemente más sabio, lucia el dichoso tatuaje
sin la menor preocupación.
-¿Que?
¿Ya no te avergüenza lucirlo?. Pregunte yo.
-¡Mira
Indio! Por una parte me traen “al pairo” las opiniones de la
gente y por otra parte, aquí tampoco hay tanta gente que sepa leer
caracteres chinos ¿no?.
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