¡Si
ya sé! me tomado una especie de vacaciones blogeras, síndrome del
folio en blanco que diría algún escritor de medio pelo que otro.
Yo
como Ruperdax cuando estoy un poco harto de audios de
tecnología del tipo: “con IOS soy mas presumido, perdón más
productivo”, o de los audios y noticias sobre: “ébola, ébola y
ébola”, aunque no se tenga la más pajolera idea de la transmisión
y del protocolo a seguir con el virus en cuestión, me refugio en la
lectura.
Después
de dar unas merecidas vacaciones a mi antiguo E-Reader el
SPC-Internet 5501 que ya estaba algo obsoleto, me puse a
buscar un nuevo lector.
Al
principio pensé en el BQ Cervantes, ya había tenido uno en
mis manos y a verdad que el cacharro tenia muy buena pinta, incluso
lo llega a encargar a través de Amazon, pero por una serie de
problemas que no vienen al caso con la compra del dispositivo, al
final me decante por le Kindle Paperwhite.
Al
principio debo confesar que andaba algo mosca con el cacharro en
cuestión por aquello de que el lector pudiera ser muy cerrado, ya
que el formato principal de archivos es .mobi (formato de
Amazon). Yo ya me veía con un cacharro de la leche,
maldiciendo por tener que comprar los libros para poder leer algo.
En
fin, llego el día en que recibí el dispositivo, y lo puse en
marcha, después de unas semanas de uso, solamente puede decir que el
cacharro es: CO-JO-NU-DO
El
dispositivo se puede gestionar con mi biblioteca Calibre, al
igual que el viejo SPC-Internet 5501,
pero con una velocidad muy superior, en cuanto al formato .mobi,
no hay problema, todos mis libros estaban en formato.fb2,
(formato del SPS Internet 5501),
pero Calibre además
de ser un buen programa para gestionar mi biblioteca posee además un
conversor de archivos “de la leche” así que lo único que hay
que hacer es convertir de .fb2
a .mobi, y encima los
archivos en .mobi,
pesan menos.
Al
configurar el Kindle Paperwhite
, se crea una cuenta en el Cloud
de Amazon, (5
Gbs
gratis) y se le
asignan al usuario dos cuentas de correo electrónico una @kindle.com
que se puede utilizar con Wifi y 3G y que puede cargar algún tipo
de cargos al usuario, y otra con @free.kindle.com,
solamente utilizable con Wifi, donde puedes mandar y almacenar libros
o documentos y posteriormente bajarlos a tu dispositivo.
Tanto
en Firefox como en
Chrome (Chromiun
si usas el navegador de código
abierto en GNU/Linux) existe una extensión que se denomina Send
to Kindle (enviar a
Kindle deja la pagina Web en un
formato parecido al que crea Clearny)
en donde puedes con un simple clip de ratón editar y enviar
cualquier pagina Web a tu Kindle
para poder leer mejor el articulo en E-Link
(tinta electrónica) sin tener que quemarte las pestañas en una
pantalla retro-iluminada.
El
cacharro además dispone además de un navegador experimental, que me
recuerda mucho a Aurora (Firefox). Aclarar
que este navegador te puede sacar de algún apuro pero que el diseño
del cacharro esta destinado mayormente a la lectura de libros y
documentos. Pero por dar algunas pinceladas diré que con este
navegador aunque algo elemental se pueden
leer y enviar correos electrónicos y lo que es mas alucinante
se pueden bajar libros de Internet “by de face” (por
la cara) en formato
.mobi, el navegador
los descarga y los deja directamente en la biblioteca.
Además
siendo un poco imaginativo se pueden seguir los blog de tus autores
favoritos simplemente suscribiéndote a los mismo por correo
electrónico, (@free.kindle.com)
y después leer los artículos off-line
en tu Kindle.
Después
de ver lo que se puede hacer con el Kindle Papewhite (o
cualquier Kindle) y
los servicios que Amazon
te proporciona con la compra del dispositivo, opino que hoy en día
no hay ningún dispositivo de su clase que iguale, o siquiera se
acerque a la tecnología y experiencia de usuario que el cacharro en
cuestión proporciona.
¡Ah
por cierto!, el Kindle
no me vuelve más productivo, pero si tal vez más presumido.
P.D.
Y como dijo MacArthur “He vuelto”.
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