Básicamente
la cosa empezó así:
Marciano,
de Andy Weir
No
quiero dormir. No quiero comer. Sólo quiero leer "El marciano"
de Andy Weir, un hallazgo que ya me recomendó encarecidamente el
amigo Arkaitz, y que desde que me lo recomendó he tardado en
lanzarme sobre esa novela...
Yo
sentado en una terraza de uno de los bares de mi pueblo leía las
afirmaciones que hacia Julio Converso 72 en un avance de publicación
de Google +, esta novela ya se la había oído mencionar a Rupert.
Así
que picado por mi insana curiosidad
lectora y
cierta dosis de impaciencia
escribí a “Converso 72” desde mi “Ubuntu Special Edition”
el siguiente correo electrónico:
Estimado
Julio:
La
novela de El Marciano, la has comprado, o
tal
vez te la hayan prestado...
Si
me la pudieras facilitar para engrosar mi biblioteca electrónica, te
estaría profundamente agradecido.
Un
cordial saludo.
73.
Domingo.
Enviado
con Dekko desde mi dispositivo Ubuntu.
Uno
de los colegas que estaba allí conmigo ya me advirtió que mi
petición quedaría en “agua de borrajas”, más aún,
sumida en la más profunda indiferencia. El fulano no se equivoco un
ápice en su vaticinio.
Esta
mañana ayudado por mi “buscador de linea de comandos” al que
cordialmente denomino Spyder, (Araña) he ido de “compras”
y ya tengo en mi poder la novela El Marciano de Andy Weir.
Mientras
escribo el presente post estoy cargando la novela en formatos .fb2,
.mobi, .azw3 y .pdf en mi Biblioteca Calibre, este prodigioso
programa además mediante un programa de sincronización de
carpetas creara una copia en un disco redundante a modo copia de
seguridad.
Decir
que hasta ahora Spyder, no me ha decepcionado a la hora de ir de
“compras”, pero en todo hay una excepción y esta se llama
“Revival” de Stephen King, el único sitio al que me lleva
“Spyder”
es
a Amazon y este por ahora no lo quiero visitar.
Decir
que ya tengo cargada la novela en mi Kindle, leyendo por encima la
sinopsis, esta novela
me recuerda
por
su construcción a
la trilogía de novelas de J.L. Bourne, llamadas genéricamente
“Diario de una invasión Zombi”, de
lectura facilona e intrigante.
En
cuanto a lo otro, he de reconocer que tal vez me haya equivocado,
ya que no debí proponer a este hombre (Converso 72) tal
cosa, ya
que tal vez a su entender sea calificada como “inmoral” ¡ojo!
que no ilegal ya que el préstamo de un libro sin animo de lucro no
supone un delito, y si no véase el caso de las bibliotecas públicas.
Pero
en fin, debo reconocer que el error fue mio, y fui bien pagado con su
indiferencia, pero es que creí que un hombre que defiende con tal
pasión la “deuda” griega, tendría la mente más abierta.
Ciertamente me equivoque debí
de pedir préstamo el libro a Rupert.
Y
es que, hoy
por hoy, no hay buenos samaritanos en la “Plastic Community”.
Por
cierto, todo lo narrado aquí es ficticio, todo parecido con la
realidad seria pura coincidencia.
Te mandé un fichero con la novela.... cuéntalo todo neng!
ResponderEliminar¿Eso fue tal vez en un universo paralelo?, ¿la fiebre te produjo alucinaciones? o ¿simplemente lo soñaste? neng!
ResponderEliminarOk, pongámosle solución, envíame ese correo y te mando el codiciado fichero. Y luego puedes esconder la mano que tira la piedra.
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