Después del post
titulado “Novelas de a duro” la otra noche en la tertulia
veraniega habitual con El Tío Cazuela, Mhyst y Terciopelo,
salio a relucir el cine del oeste, en fin ya saben Jhon Ford, Jhon
Wayne, y películas como La Diligencia.
Ahora
bien para hablar de películas del oeste y sus estereotipos nada como
el llamado Spaghetti Western, y su trilogia del dólar
dirigidas por Sergio Leone, con las míticas bandas
sonoras compuestas por Ennio Morricone.
Por
un puñado de dolares (1964), protagonizada por Clint
Eastwood, con el personaje del Extranjero (el hombre sin
nombre) se rodó como una película de serie B, con presupuesto
bajo, sin mas aspiraciones que la de ser exhibidas en algunos cines
de barrio, destacar que Leone fue denunciado por el director
japones Akira Kurosawa por plagio de su película
Yojimbo, (1961) (Guardaespaldas), protagonizada por
Toshiro Mifune, aunque se tradujo como El Mercenario.
Leone fue condenado a pagar el 15% de la recaudación de la película y ceder los derechos de distribución para Japón, Corea del Sur y Taiwan, años mas tarde Kurosawa, confesaría que gano más dinero con la película Por un puñado de dolares que con la suya. Por cierto si no han visto la película de Kurosawa, se la recomiendo con su banda sonora original y subtítulos, por cierto la escena final de Yojimbo, sale en la película El Guardaespaldas (1992) protagonizada por Kevin Costner y Whitney Houston.
Leone fue condenado a pagar el 15% de la recaudación de la película y ceder los derechos de distribución para Japón, Corea del Sur y Taiwan, años mas tarde Kurosawa, confesaría que gano más dinero con la película Por un puñado de dolares que con la suya. Por cierto si no han visto la película de Kurosawa, se la recomiendo con su banda sonora original y subtítulos, por cierto la escena final de Yojimbo, sale en la película El Guardaespaldas (1992) protagonizada por Kevin Costner y Whitney Houston.
La
muerte tenía un precio (1965), protagonizada por Clint
Eastwood (el Manco, de nuevo el hombre sin nombre), y por
Lee Van Cleef (Coronel Mortimer), del que cuentan que Leone,
lo conoció en cierto bar, y lo contrato, por sus rasgos duros y
mirada penetrante.
El
bueno, el feo y el malo (1966), protagonizada por Clint
Eastwood (Rubio, otra vez el hombre sin nombre), Lee Van Cleef
(Sentencia) y Elli Wallach (Tuco), en este caso la película,
tiene mayor presupuesto, teniendo mas de dos horas de metraje.
Colt model 1873 Single Action (Peacemaker) |
Son
películas donde los protagonistas al contrario de los westerns
americanos son antiheroes, y donde todos los personajes, van sucios
y mal vestidos, no como en las americanas, que todos iban recién
duchados y afeitados, y con la camisa limpia y planchada, peliculas rodadas en
los agrestes parajes de Almeria (España).
Colt Navy 1851 |
Para
terminar, no se si se habrán fijado, que en las tres películas,
Clint Eastwood, luce poncho, con más mierda que el palo un
gallinero, no lo lavo en el tiempo en que duro el rodaje de las tres
películas, purillo medio encendido en los labios, pero hay otra
seña de identidad más que el personaje tiene en las películas, y
es el arma (esto seguro que a Rupert le gusta), pues así en las
dos primeras películas se trata de un revolver Colt Modelo 1873
Single Action Army del calibre .45 long colt y en la
tercera, El bueno, el feo y el malo, se trata de un revolver
Colt Navy 1851, este modelo originariamente es de avancarga
calibre .44 modificado para disparar cartuchos metálicos del
calibre .45 long colt,, pero si se fijan bien, todos ellos
lucen en la culata, un adorno metálico, que consiste en una
serpiente enrollada de color plateado.
Les animo, a ver de nuevo estas películas, y disfrutar de esos momentos en los que suena una musiquilla "a deguello", preludio de un duelo, con esos primeros planos cambiantes entre las miradas y las manos que dispuestas a empuñar las armas.
Les animo, a ver de nuevo estas películas, y disfrutar de esos momentos en los que suena una musiquilla "a deguello", preludio de un duelo, con esos primeros planos cambiantes entre las miradas y las manos que dispuestas a empuñar las armas.