miércoles, 4 de septiembre de 2013

Relato: El dispositivo.




A Modo de Prologo
Les presento a continuación un relato de Ciencia Ficción que escribí hace algún tiempo, espero que les guste.

EL relato:Todo empezó cuando mi amigo Juan y yo entramos a una vieja tienda de antigüedades de la ciudad, regentaba el establecimiento un viejo gitano, que había dedicado su vida a la compra y restauración de antigüedades.
Mi amigo, quería regalar a su novia un mueble antiguo que ayudara a amueblar su nueva casa.
Nos dedicamos a mirar armarios, cómodas, mesas, mesitas y escritorios, siempre bajo la atenta mirada del gitano, hasta que mi amigo vio una especie de escritorio con muchos cajones, construido en madera de ébano, de mediados del siglo XVIII.
Mi amigo le pregunto al gitano, si el mueble era realmente una antigüedad, o se trataba de una replica, el gitano le contesto.
-Esto realmente es una antigüedad, el escritorio lo han traído de Estados Unidos, y estaba tan bien conservado que solamente lo hemos limpiado, ni siquiera hemos tenido que restaurar nada.
-¿Cuanto pide usted por él?, pregunto mi amigo.
-Pues el mueble vale 3000 Euros, pero mire usted por la tienda, que seguro que hay muebles más bonitos y más baratos.
Mi amigo estaba como hipnotizado con el mueble y aunque el precio era algo desorbitado llego aun acuerdo con el gitano, cuando estaban a punto de cerrar el trato, el gitano informo a mi amigo que sobre el mueble pesaba una maldición, y que por eso estaba marcado con un precio tan alto, para disuadir a posibles compradores, mi amigo hizo caso omiso al aviso y compro el mueble.
Unas semanas más tarde, mientras me dirigía a mi casa, después de terminar mi turno de trabajo, me encontré con Clara, la novia de Juan, estaba muy preocupada por Juan y me dijo que si podíamos tomar un café ya que quería hablar conmigo.
Sentados en la terraza de una cafetería Clara me contó, que Juan había cambiado desde la compra de ese mueble tan caro, que lo había puesto en la habitación que habían destinado como despacho, y que Juan se encerraba en la habitación durante largas horas, que salia de casa a deshoras, y que se encontraba muy nervioso y que apenas dormía, estaba como embrujado.
-Pero lo peor no es esto, hace unas noches, después de cenar , Juan no dijo nada, estaba muy distante y distraído, y respondía con vaguedades a mis preguntas, cuando de pronto se levanto y se encerró en la habitación sin darme ninguna explicación, yo, continuo contando Clara, recogí la mesa y me dirigí a la habitación con la intención de pedirle explicaciones, cuando estaba a punto de llegar a la puerta oí un ruido como un trueno, y por el quicio entre la puerta y el marco una fuerte luz blanca, me asuste tanto que le estuve llamando, como no abría la puerta llame a la Policía, ya que pensaba que le había pasado algo, forzaron la cerradura y Juan no estaba dentro.
-Quede como una idiota, los agentes se marcharon, no sin antes comentar uno de ellos que en la habitación hacia mucho frío, yo agotada me senté en un sofá, que queda al lado de la puerta, pasado algún tiempo me dormí, Juan me despertó al cabo de unas horas, se le veía alegre y me dijo que fuéramos a dormir que estaba cansado, ni siquiera se dio cuenta que a la cerradura de la puerta estaba forzada.
Intente tranquilizar a Clara y le prometí ir a hablar con Juan e intentar aclarar las cosas.
Me dirigí a su casa, me abrió al segundo toque de timbre, se le veía nervioso y alterado, le conté mi conversación con Clara y asintiendo la cabeza, de repente me pregunto:
-¿Conoces algo de Nikola Tesla?
-Claro, que si respondí, es el científico que trabajo con Edison, y le dio utilidad a la electricidad alterna, por lo visto hizo varias patentes, muchas de ellas las termino robando o apropiando el propio Edison, al parecer murió casi en la indigencia, aunque al principio algunos de sus proyectos fueron financiados incluso por J.P. Morgan.
-El mueble era de Tesla, me dijo Juan, ya que uno de los cajones tenía un compartimiento secreto y encontré esto junto con unos manuscritos.
Me mostró un pequeño aparato de las dimensiones de dos cajetillas de tabaco, construido en una sustancia negra parecida a la baquelita, con varios diales en una de sus caras.
-Esto me ha traído de cabeza, los manuscritos estaban escritos en Serbio, aunque los he mandado traducir, son al parecer anotaciones sobre el funcionamiento del dispositivo, no aclara gran cosa, he descubierto, que este grupo de diales son para introducir una serie de coordenadas que se encuentran dentro de una esfera.
-¿Has oído hablar de la hipótesis del viaje en curvatura?, me pregunto.
-¿Como en Star Trek?, le dije yo.
-Si, la idea es curvar el espacio y efectuar un viaje de forma casi inmediata, esto, dijo indicando el ingenio, es en realidad un núcleo de curvatura ideado por Tesla.
-Ya, ya dije yo, no te has planteado ir a hablar con el médico, estas cansado y...
-No me crees ¿verdad?, me dijo.
-No la verdad, no te creo.
-Te lo voy a demostrar, cogió el ingenio y empezó a mover diales, primero debemos introducir nuestras coordenadas actuales y después moviendo este interruptor introducimos las coordenadas de destino, en este caso 35 41 55.10 este dial es de latitud Norte 139 46 16.41 y este de longitud Este.
Yo miraba como manipulaba el aparato.
-Ya esta, ahora lo encendemos, introdujo el dedo en una pequeña hendidura oculta y se oyó un pequeño zumbido.
-¿Estas preparado? me pregunto.
Asentí con la cabeza algo asustado.
-Bien pon las manos aquí, tocando el dispositivo.
Movió un ultimo dial, y entonces el mundo pareció estallar, escuche un terrible ruido y vi una potente luz surgir del ingenio, me falto el aire y empezó ha hacer un frío intenso.
-Una bomba, pensé, este loco ha activado una bomba.
De pues todo paro, me encontraba de pie, junto a mi amigo, estábamos en plena calle, la casa había desparecido y lo más inquietante era de día, me di la vuelta estamos en la puerta de lo que parecía ser un gran centro comercial cuyo rotulo rezaba 秋葉原ショッピング y debajo en caracteres más pequeños Akihabara Shopping (Centro comercial Akihabara).
-Bienvenido al barrio comercial de Akihabara en Tokio, a donde tu siempre has querido viajar.
Me quede sin habla, entonces me di cuenta, que gran cantidad de gente, con rasgos asiaticos que paseaba por la calle, nos miraba con gesto de sorpresa en sus caras, ya que para ellos habiamos aparecido de repente en mitad de la acera.
-Vamonos, dijo mi amigo.
Empezamos a caminar, estabamos realmente en Japón.
-Te das cuenta de las repercusiones del invento, le dije a Juan, como esto se sepa, los del petroleo te se van a hechar encima y tal vez con no muy buenas intenciones.
-Ya lo he pensado y el tema da miedo, dijo Juan, pero el caso es que aún hay más.
-¿Más?.
-Te acuerdas del grupo de diales, que no hemos movido, me dijo.
Asenti con la cabeza.
-Eso lo descubri ayer mismo,me dijo, esos diales son para introdocir las coordenadas temporales de origen y destino del dispositivo, ya que esto es además una maquina del tiempo.

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