De pie en mitad del
despacho de la Directora del departamento de delitos informáticos,
Vicente Restrepo alias El Súper y Daniel Trujillo
alias Danny Trejo, aguantaban impasibles la bronca que les
estaba echando Ana María Porter Alias Señorita Pepis.
La señorita Pepis
había llegado a ser directora del departamento de delitos
informáticos gracias a que este cargo era meramente político y por
tanto adjudicado a dedo, ya que no tenía ni idea ni de informática,
ni mucho menos de asuntos policiales.
Vestida impecablemente
con un traje chaqueta, y con el pelo recogido en un severo moño al
estilo de la señorita Rottenmeier, su despacho parecía un
santuario en honor al mundo Apple, ya que en su mesa estaba
presidida por un ordenador Mac Book Air, al lado de este la
Pepis había dejado su Iphone 5 y el Ipod Touch.
En las paredes del
despacho estaba decorada con un gran cuadro en el que estaba
retratado Steve Jobs, con una manzana mordida como fondo y con
la leyenda We Can (Nosotros podemos), en la mesa se podía ver
otra fotografía enmarcada en plata donde estaba retratada en
compañía de Emiliano Carmona, famoso locutor del programa
Apple Car.
Además de pija, la
Señorita Pepis era una autentica Fanboy,
pensó Trujillo, o Fangirl según se
mire.
La bronca versaba sobre
que el ordenador del tal Carmona, otro Mac Book Air,
había sido infectado con un virus del tipo Esperanto, cuando
este se había conectado a una red Wifi abierta de cierto Hotel de
mala reputación.
El hombre sin nombre,
aparte de robar datos y estafarle por un total de quince mil Euros,
había robado también ciertos documentos contenidos en el ordenador,
que demostraban que Carmona estaba en plenas negociaciones con
la empresa Google y que si llegaban a un acuerdo económico
dejaría de promocionar en España los productos Apple para
pasar a promocionar íntegramente los productos y aplicaciones
Android de Google, en su programa de radio, ya hasta
tenían decido el nombre del futuro programa, que se difundiría
también a través de Podcast, el programa se llamaría Andy Car,
(Andy es como se llama el robot verde de Android) en honor al
logotipo del sistema operativo Android.
Posteriormente el hombre
sin nombre había hecho públicos a través de Internet, los
citados documentos, escandalizando a Fanboys y directivos de
Apple, teniendo que salir Carmona en varias ocasiones
en medios de comunicación a negar lo evidente y intentar calmar los
ánimos ya que algunos de sus seguidores se habían manifestado en
los comercios llamados Apple Stores al
grito de traidor, traidor, teniendo que intervenir la Policía.
- Esto, es imperdonable,
lo de los documentos es una falsedad y un vileza, Emiliano
nunca abandonaría, a sus amados Fanboys, sentencio la
Señorita Pepis.
- Ya, ya, pensaron al
unisono El Súper y Trujillo.
-A partir de ahora quiero
que se me informe de todos los detalles de la operación Bola de
Cristal, y de los logros si los hubiera, cosa que dudo de ese
grupo que han creado ustedes con esas pintas y esos horribles
ordenadores sin marca, que yo creo que ni funcionan, dijo La
Pepis.
Dicho esto los dos
agentes abandonaron el despacho.
-¿Y ahora que?, dijo
Trujillo.
-Tu sigue con el grupo,
contesto El Súper, poco a poco vamos jodiendo al hombre
sin nombre, no te preocupes ese cabrón cometerá algún fallo,
al final será como todos, esto de Carmona, es un acto de
represalia por el desmantelamiento de sus redes zombies, una cortina
de humo, concluyo El Súper.
-Y en cuanto a la
Directora Ana María ¿que?, pregunto Trujillo.
-De la Pepis me
encargo yo, tengo un manual bien gordo sobre el funcionamiento del
sistema operativo Windows del último ordenador que le he comprado a
mi hija, le voy a cambiar las tapas, y voy a poner el titulo:
Operación Bola de Cristal, supongo que para cuando haya
terminado de leérselo, habremos detenido al hombre sin nombre,
¿no quería detalles?, pues los va a tener, esta mema a parte de no
enterarse de nada, lo único que hace es estorbar, dijo El
Súper.
-En cuanto a lo filtrado
por operaciones especiales de lo del sicario, tu ten cuidado, le dijo
El Súper a Trujillo.
El hombre sin nombre
llevaba unos días furioso, lo de Carmona, había supuesto
solamente un respiro, ese policía y su estrafalario grupo, lo
sacaban de quicio, sus redes, se veían resentidas, malditos hackers.
Ya más calmado, encendió
su pipa, y medito sus próximos movimientos, lanzaría su mejor
pieza contra ellos.
- Sentencia, os
ajustara las cuentas cabrones, pensó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario