Cierto
día un ciudadano llamado Carlos, se encontró el siguiente mensaje
en su móvil “Su
número de teléfono no está autorizado a usar nuestro servicio”
este ciudadano removió cielo y tierra para saber la causa de la
expulsión del
servicio mensajería.
Aunque
escribió cientos de correos electrónicos, el servicio de
mensajería, le respondía de manera automática, sin aclarar el
motivo concreto que desencadeno su expulsión.
Cierto
día Carlos, logro contactar a través de la red social “Linkedin”
con el único español que trabaja para la compañía “WhastApp”,
este trabajador, a modo de favor, le prometió a Carlos que
investigaría las causas de la expulsión del servicio.
Días
más tarde este amable trabajador comunico a Carlos, que la causa de
su expulsión fue motivada por que más de ¡veinte personas! lo
habían bloqueado.
Y
es que la
compañía estadounidense se reserva el derecho a restringir el
acceso a todos aquellos que consideren «molestos» (léase
cansinos) ,
tanto para los demás usuarios como para sus empleados de
la compañía, no teniendo
que dar una justificación, ni hacerlo con previo aviso.
También
el
envío de mensajes comerciales o “spam”
está
prohibido. Éste fue el caso de Rosa,
que inauguró su tienda de moda y
creó varios grupos e incluyó en ellos a todos sus contactos para
publicitarse.
Rosa
a
los 12 días ya no pudo acceder más a la red social. Para poder
volver a utilizarla ha tenido que comprar un teléfono de prepago con
un número nuevo que le permita acceder a la red.
Otro
“cansino histórico” fue un tal Miguel,
quien
una noche decidió «bombardear» a mensajes a sus amigos.
Esto
fue considerado por “WhatsApp”
como un uso abusivo del servicio, al interpretar que había sido una
máquina (el
tío al parecer era incansable)
la que estaba detrás de los mensajes.
También
existe
el caso de otro fulano llamado Carlos,
quien, para ahorrar dinero, decidió enviar sus invitaciones de boda
por mensaje.
La
aplicación lo asumió también como envío masivo sin justificar y
fue expulsado del servicio.
WhastApp
no
permite tampoco usar programas para espiar a otros ni compartir
material obsceno o ilegal.
Aunque
la pregunta correcta tal vez seria: ¿”WhastApp”
espía o controla a sus usuarios?
Desde
que
“WhatsApp”
fue
adquirido por
“Facebook”,
son
muchos
los
que se
preguntan si la compañía comenzará a recabar información
sobre sus usuarios (cosa
que sospecho que ya hace)
y si ésta podrá ser consultada por los gobiernos.
Sobre
este
tema
se ha pronunciado el presidente de la compañía, Jan
Koum
asegurando
que “no traicionarán su compromiso de respetar la privacidad de
sus clientes” (hay
que risa , tía Felisa).
Promesas
peregrinas diría yo,
ya que otras redes sociales como “Facebook”
(actual
propietaria de “WhastApp”)
o
incluso
la poderosa
“Google”
ya
han cedido a presiones gubernamentales para dar información.
Comprenden
ahora por lo que prefiero utilizar “Xabber”
(que
utiliza servidores de “Google”
y de “Facebook”)
en vez de
“WhastApp”,
aunque ahora que lo pienso, pueden ser los mismos perros con
distintos collares.
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