lunes, 8 de septiembre de 2014

Relato: El patrón de coincidencia.

El Investigador escucha el monótono sonido del parabrisas que aparta la nieve del auto, mientras conduce a través de la I 96, sus pensamientos bullen en el interior de su cabeza intentando resolver el misterio que esconde la maldita carretera.

La I 96, carretera estatal, transcurre a lo largo de todo el estado, 586 km exactamente, un dato real y tangible, pero el área en la que el Investigador se centra comprende del km 150 al km 380, 250 km de cinta negra de doble dirección, tachonada de puntos y líneas en blanco, terreno baldío que discurre a través de cuatro poblaciones, una de veinte mil habitantes y las restantes de menos de tres mil habitantes.

Esta anocheciendo el Investigador de forma periódica, de manera involuntaria, al igual que si fuera un gesto natural, toca con los dedos centrales de su mano derecha la culata de la .44 que lleva sujeta mediante una funda en la parte izquierda de su cintura, un revolver “Bull Dog”” chato y feo, cargador especial de cinco disparos, cargado con cartuchos de seguridad “Super Glasses”, el gesto aparte de comprobar que el arma sigue en su sitio, sirve como una especie de sortilegio para exorcizar lo demonios que amenazan y a veces inquietan al Investigador.

-¡Céntrate Joder!, piensa.
-¿A ver que sabemos hasta ahora?, se pregunta a si mismo.
-Pues sabemos que un puto ordenador de la Central al que habían atiborrado de datos sobre desaparecidos, a encontrado un patrón de coincidencia, 463 desparecidos entre los años 1984 al 2013, eso en una franja de 230 km de la I 96, muchos desparecido, eso da una media de 15, 9 desaparecidos al año, 463 desaparecidos, 434 hombres de entre 25 y 35 años de edad, de raza blanca, y complexión atlética, y un total de 29 mujeres de entre 25 y 30 años de edad, de pelo rubio, de 1, 70 metros de estatura, de raza blanca, todas ellas atractivas, lo mas inquietante chico todas ellas parecidas, una tía y quince tíos por año, excepto en el año 2006, ese año una tía y catorce tíos, espera, ¡espera joder!, en 2006, apareció  aquel tío, ¡si hombre si! el del BMW 330, apareció desnudo en el maletero de su coche, desnudo y fiambre, alguien le había retorcido el pescuezo.

El investigador se enciende un pitillo, mientras sigue meditando.

-Ese pollo estaba muerto, no desparecido, pero así la media es perfecta 15 pollos y 1 una tía al año, siempre entre los meses de enero y febrero, los meses más fríos.
-¡Frío!, piensa,
-¡Chaval! Vas otra vez vas a parar al mismo sitio, si le expones esa hipótesis al capullo de tu Jefe, te pone de patitas en la calle, después de darte una patada en el culo.

El Investigador para en un área de servicio de la I 96, Restaurante “Troya” “Pida nuestros troyanitos” dice la publicad de la entrada, debajo de la foto de unos dulces caseros.

El Investigador se sienta y pide un café, dentro del local hace calor, al investigador le gustaría quitarse la chaqueta, pero la .44 quedaría a la vista, hoy no tiene ganas de dar explicaciones, ni de enseñar la placa.

-¿Quiere usted un troyanito?, pregunta la atractiva camarera, una chica rubia y de ojos azules, mientras le sirve el café
-No gracias, solo café, contesta el Investigador.

-Otra rubia, piensa, aquí hay muchas rubias, será este puto tiempo, este puto frío, ¡frio!, ya estamos otra vez. ¡Joder! ¿Por qué todos mis pensamientos conducen a lo mismo?.

En ese momento su mente viaja en el espacio y el tiempo y recuerda la conversación mantenida con un compañero en la oficina.

-Ejem, existe un informe, lo mando un tal Salazar sobre el asunto, lo tienes ahí sobre la mesa dijo su colega, mientras se rascaba la cabeza con gesto distraído.
-¿Alguien le ha enseñado esto al jefe?, pregunta el investigador.
-No, no es oficial, nadie tiene los suficientes cojones para ni tan siquiera mencionar la hipótesis al Troll contesta su colega.

El Troll, es como llaman al Jefe en la oficina.

Expediente Salazar, rezaba el titulo, ya en el coche el Investigador abrió la carpeta.

-SALAZAR, MELITON, 40 años, español, investigador paranormal, ¿paranormal? ¡no jodas!, en la Central tienen que estar algo despistados, o desesperados para darme esto.

Una hora y cuatro cigarrillos después, el Investigador había leído el informe.

El tal Salazar había estado investigando el asunto, descripciones, interrogatorios a testigos sobre el extraño comportamiento de las mujeres antes de desaparecer, algunos testigos afirmaban que estas ignoraban e incluso parecían no reconocer a personas conocidas, y que a algunas de ellas se las había visto en compañía de hombres que después también formaron parte de la lista de desaparecidos a bordo de una furgoneta de color blanco, vieja y sucia, un vehículo vulgar, como para no llamar la atención, aunque uno de ellos afirmó, ya que estuvo cerca del vehículo que el interior de la misma parecía nuevo e impoluto.

La conclusión a la que llegaba el tal Salazar era de lo más alucinante, abducciones realizadas por entidades ajenas a esta realidad, o este mundo, ¡extraterrestres!.

La hipótesis era la siguiente, al parecer estas entidades raptaban primero a la chica que era posteriormente usada como cebo para atraer a los hombres, una chica rubia, alta y atractiva, los incautos que picaban eran a su vez también abducidos.

¡Hombre! La hipótesis parecía descabellada, ¿descabellada?, descabellado lo que venia a continuación, el tal Salazar, llegaba incluso a la conclusión que el secuestro de los tíos era con fines, llamémosles culinarios, explicando así el porque no se llevaron al muerto que apareció en el maletero de su coche en 2006, la autopsia rebelo aparte de las causas de la muerte por torsión indebida del pescuezo, que el tío tenia hepatitis C ¿descabellado?, ¡amigos, pues aun hay más!, como diría el Cerdito Porky, a ellas los putos alienígenas no les lavaban el cerebro, ni las hipnotizaban para servir como cebo, no que va, si no que, y ahí viene lo más delirante, eran sacrificadas y desolladas para que una de estas malvadas entidades se pudiera disfrazar con su piel, de ahí los meses de frío, para conservar mejor el pellejo.

¡Si incluso habían hecho una película! “Under the skin” (Debajo de la piel), con Scarlett Johansson como protagonista, pero en vez de rubia en este caso la película se rodó con un cebo con el pelo de color moreno, denunciaba Salazar.

El Investigador volvió a la realidad del restaurante y tomo un sorbo de café.

-¡Ridículo! esto es ridículo, pensó.

En ese momento a través de los ventanales del local, vio pasar una furgoneta blanca, vieja y sucia.

¿La conducía una mujer joven y rubia?, se pregunto.


Su mirada se desvío al calendario que había tras la barra del establecimiento, 16 de enero de 2014, jueves, frío intenso en el exterior, un escalofrío recorrió la espalda del investigador, de forma maquinal toco con los dedos centrales de su mano derecha la culata del arma enfundada a su izquierda, más tranquilo tomo un nuevo sorbo de café.

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