lunes, 2 de septiembre de 2013

A propósito de los chivatos y la madre que los pario.


El otro día tomado café con mi amigo Mhyst, este me comento que a R. (perdonen que no mencione el nombre) lo habían despedido, ya que al aparecer alguien había remitido a la empresa donde trabajaba un podcast, donde R. al parecer mencionaba el nombre de la misma, no he escuchado en podcast en cuestión, tal vez R. se quejaba o criticaba a la empresa.
Conociendo a R. que el jodio no tiene pelos en la lengua, aunque generalmente dice las verdades del barquero, en esta sociedad en la que vivimos donde la norma general es cogérsela con papel de fumar y criticar y denostar al que no sigue la norma de lo políticamente correcto, aunque ha veces lo políticamente correcto toque un huevo los idem.
R. es de la gente que viene de frente, que llama las cosas por su nombre y que si tiene que decirte alguna cosa, sea buena o mala, eso es indiferente, te la dice a la cara, en fin es de esa clase de gente que en los tiempos que corren escasea, ya que ahora lo políticamente correcto, y me sale de nuevo a colación la frasecita de marras, es la falsedad, la hipocresía, decir una cosa a la cara y apuñalar por la espalda, en fin lo que se dice en mi pueblo tirar la piedra y esconder la mano.
Decir también, que no me cabe duda, que decir las verdades de forma cruda al estilo de R. la forma de hablar de este hombre me recuerda a la forma de escribir de Arturo Perez Reverte, tiene sus riesgos y para muestra un botón, y que R. por supuesto tiene su parte de responsabilidad en lo sucedido.
Ahora bien, no se como el responsable de la empresa se ha enterado de la existencia del podcast, ya que este estaba colgado en un sitio publico en Internet, tal vez ha este señor/a le gustaban los podcast y por casualidad lo escucho, o tal vez algún cliente/a reconoció la situación o escucho el nombre de la empresa y se quejo, o tal vez y es lo que todos dolorosamente sospechamos es que alguien grabo y después denuncio a R. al responsable de la empresa, alguien ajeno a la vida real de R. simplemente en un acto de maldad, no se lo que le habrá movido a ello, tal vez la envidia o tal vez sea una de esas personas, que si no andan jodiendo al prójimo no podrían vivir.
Dicho esto, dicen en mi pueblo que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, así que del chivato/a no me resta decir nada más.
También comentar en relación a este tema, que escuchado el podcast de Julio “Converso 72” titulado ·Una declaración y una triste historia” y la hipótesis que plantea, bueno creo que una cosa no tiene que ver con la otra, ya que los argumentos que plantea son bastante inconcretos y que tal vez no tengan nada que ver. Por supuesto estoy plenamente de acuerdo con los adjetivos con los que califica al chivato/a.
En fin, no se si este post se llegara a publicar ya que antes de colgarlo en el Blog, se lo enviare a R. y le pediré permiso para su publicación.

Dedicado a mi amigo epistolar R.

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