Sombra de Chanel, y rimmel de Shisheido, lápiz de labios rojo Kanebo, gafas de Gucci, bolso de Prada, y vestidito Dolce Gabbana......
La
que canta entre dientes esta pegadiza tonadilla de la canción
“Divina de la Muerte” de las “Azúcar Moreno” , mientras
enhebra la sexta velocidad en el “Pathfinder”
es
mi compañera del Grupo Especial “Stone”, el motor del vehículo silba con furia y alcanza
los 120 km/hora.
Yo
por mi parte veo pasar la negra cinta de la carretera con sus
tachones blancos continuos y discontinuos, los ojos enrojecidos
por la falta de sueño y el cansancio tras las gafas de sol, con
estos hombres y mujeres, estoy haciendo más kilómetros que el baúl
de la “Pique”, pasando más frío que un perro chico y más
sueño que un saco de gatos.
Ando
sumergido en mis propios pensamientos, en ese momento recuerdo el
podcast del “Camionero Geek”, que hablaba sobre el nuevo perfume
que a lanzado “Apple” al mercado llamado “Macbook
Pro”, es por eso que dirigiéndome a mi compañera le pregunto:
*-¡Hombre!, algo entiendo, me contesta.
*-¿Oye tu entendías de perfumes no?, le pregunto sacando el tema.
La
verdad es que entiende bastante, en los momentos de tedio, ella me
habla de perfumes y moda, yo por mi parte le doy la tabarra hablándole de Linux, de ordenadores, de sistemas operativos, ya
saben, a cada cual le gusta lo suyo.
*-¿Conoces el perfume que se llama Macbook Pro de la marca Apple?, le pregunto.*- No, no me suena, me contesta.
Le
explico a grandes rasgos lo que es un "Fanboy", lo que es un “Podcast”,
la guerra más o menos soterrada entre seguidores de sistemas
operativos, y llego por fin al famoso perfume.
*- Dicen que tiene olor a “Unboxing”, le digo yo.*- ¿A que dices que huele?, me pregunta.
*-
A “unboxing”, “Unboxing”, repito, literalmente abrir la
caja, el perfume dicen que huele a “unboxing”, ¡coño! al olor
que tiene el plástico nuevo, perdón policarbonato, del ordenador
al abrir la caja, a eso dicen que huele el perfume, le explico.
*-¡No
jodas! ¿Lo
dices en serio?.
*- Bueno eso dicen, yo no lo he olido.
En
ese momento reduce la velocidad y enhebra la quinta para pasar una
curva, en cuanto endereza de nuevo la marcha del vehículo, me mira
de soslayo y me dice:
*-¡Joder Tío!, de que cosas más extrañas hablas algunas veces.
Yo
la miro y le contesto algo orgulloso:
*- ¡Claro! ya te lo dije, ¡soy un Friki!.
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