La erección
duraba ya varias horas, maldita la hora en que leyó aquel maldito
post titulado “Agarresela con papel de fumar” en ese blog
titulado “Sobre ceros y unos” de ese descerebrado adorador del
demonio linux.
Resulta que
después leer el post con cierto desagrado, había visto la foto que
adornaba el articulo, se trataba de un primer plano del trasero de
una chica que tenia puestas unas braguitas con la sagrada manzana del
Dios “Appol”, al principio lo tomo como un especie de insulto,
luego la imagen se grabo en su cabeza de tal manera que no podía
pensar en otra cosa.
Aunque con
su “Macbook pro” habia buscado en internet la obsesiva imagen,
cuando más le excitaba era cuando la veía en el blog de ese maldito
fulano.
Fantaseaba
con hacer “unboxing” junto a su adorada “Tania Pypoo”
llevando esta puesta la sugerente prenda, o mejor aún la atractiva
chica del “Appol Store” de su ciudad.
Cuando se
comprara el nuevo dispositivo “appol”, pensó lascivo, haría el
“unboxing”, no en la intimidad del hogar como tenía por
costumbre, si no en la tienda al lado del atractiva dependienta, así
respiraría junto a ella el sugerente perfume que desprendería el
sagrado policarbonato.
Sintió un
pinchazo en los testículos, el dolor era ya casi insoportable,
tenía que buscar una solución, de pronto tuvo una idea, bajo
corriendo al garaje de la casa, ¡joder!, no recordaba bien, era
posible que todavía estuviera allí, o tal vez lo hubiera tirado,
hasta en cuatro ocasiones estuvo a punto de caer de la escalera
mientras bajaba, mierda, mierda, un sudor frío le corría por la
frente y la espalda.
Al fin llego
al garaje, como un loco empezó a revolver cajas, y si, allí estaba
la caja de cartón que sirvió de embalaje a su “Macbook Pro”, la
cogió casi con veneración y corriendo subió de nuevo las
escaleras, dirigiéndose a toda prisa a su dormitorio, una vez allí
se desnudo y poniéndose la caja en la cabeza olió mientras se
masturbaba el leve tufillo a plástico nuevo, perdón policarbonato, que todavía impregnaba la
caja, al llevar al éxtasis, gritó “Appol is diferent”.
Lo curioso
es que no vio fuegos artificiales, ni siquiera estrellas, si no
manzanas, millones de ellas, de un sugerente color verde, como la
dibujada en las bragas que tenía puestas la chica de la foto.
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