domingo, 20 de octubre de 2013

Personajes, pesonajillos o personajetes.


Te encuentras gente en esta vida, que realmente es mala, hay tanta miseria moral en esas personas que su principal objetivo es amargar la vida de otras personas.

Te preguntas que clase de educación recibieron y en clase de ambiente se criaron.

Me refiero a esas criaturas que vagan por el mundo, egoístas, soberbios, creyéndose superiores al resto de la sociedad, les encanta aplicar la ley del embudo ya saben lo ancho “pa” mi y lo estrecho “pa” ti.

Para ellas no existen reglas de comportamiento, ni por supuesto ningún tipo de obligación para con los demás, solamente tienen derechos, ¡sus derechos!, y les da exactamente igual si para ejercer los mismos, tienen que invadir o quebrantar el derecho de otros.

Prefieren destruir a construir.

¿Su deporte favorito?: la mentira, la amenaza y la coacción, haciendo lo posible para tergiversar la realidad, todo ello en aras de cubrir sus faltas o salir indemnes de sus delitos.

Ocultos tras mascaras, seudónimos o falsos nombres, insultan, amenazan, menosprecian y vejan a personas o colectivos, bien sean por sus inclinaciones sexuales, sus creencias religiosas, su raza o su sexo.

Cuando son pagados con su misma moneda, se esconden como críos asustados incapaces de dar la cara, no dudan en intentar ampararse en los fallos o lagunas del sistema, para reclamar ayuda a esa misma sociedad que ellos marginan.

La mofa, la burla , el insulto y el menosprecio son sus armas, cuando se ven descubiertos o se les llama la atención por sus actos, no dudan en utilizar las escusas más peregrinas o los achaques más increíbles, llegando a aludir incluso como atenuante de sus actos, que hay más gente que comete sus mismas faltas y no son castigados, “mal de muchos, consuelo de tontos”

Da igual de la clase social que procedan, sin son ricos o pobres, si viven en lujosas mansiones o en miseras chabolas, si tienen algo de cultura o carecen de ella, les une la misma cosa, su falta de moral y empatía hacía los demás, siendo su credo la mentira y su religión la mezquindad.

A todos estos personajes, personajillos o personajetes, quiero dedicar los siguientes versos escritos por Edmond de Rostand en su obra Cyrano de Bergerac:

“¿Hacerme nombrar Papa en esas chirigotas,
que en los cafés, celebran reunidos, los idiotas?
No, gracias, ¿Desvivirme para forjarme un nombre
que tenga de endiosado lo que no tiene de hombre?
No, gracias, ¿Afiliarme a un club de marionetas?
¿Querer a toda costa salir en las gacetas?
¿Y decirme a mi mismo: no hay nada que me importe
con tal de que mi ingenio se cotice en la Corte?
No, gracias, ¿Ser miedoso?,¿Calculador?, ¿Cobarde?
¿Tener con mil visitas ocupada la tarde?
¿Utilizar mi pluma para escribir falacias?
No, gracias compañero. La respuesta es no, no, gracias.”


Todos estos personajes, personajillos o personajetes, son en el fondo y en la forma unos COBARDES, a los que les que le viene “ni al pelo”, la famosa coletilla impresa en todas las cartillas militares que antaño rezaban: “El valor se le supone”

2 comentarios:

  1. Es divertido ver como ni sabiendo como funciona twitter en si y el tipo de personas que lo habita arremetas contra el primero se te cruce...

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    1. A decir verdad, amigo "anónimo", no se que tiene que ver, los comentarios con respecto al Twittter, con el post donde realizas dichos comentarios. A no ser que seas "tan corto de entenderas" para manejarte dentro del blog, como yo lo soy, según afirmas para entender el Twitter, dando así la razón al sabio refrán que dice "cree el ladrón que son todos de su condición", aun así supongo que el comentario querría hacer mención al post titulado, "El día que Rupert me dio unfollow". Si este como sospecho era el objetivo, me permito rogarte que leas detenidamente el post, y valores de manera imparcial, si en el mismo arremeto contra alguien.
      De todas formas gracías por leer mi humilde Blog.

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