M40A3 |
Richard Smith, Sargento
de Artillería de los Marines, había leído en cierta ocasión, que
una de las penas del infierno era caminar eternamente, siempre en
tensión y con el corazón encogido por el miedo.
El sargento Smith, estaba
destinado en una Unidad Especial de Francotiradores, especializada en
incursiones, en territorio enemigo.
Mientras que otras
Unidades eran transportadas por medios mecanizados y después eran
extraídos de igual forma, la Unidad de Sargento Smith, se
caracterizaba en especial en las incursiones a pie, y una vez tras
las lineas enemigas, practicar la guerra de de guerrillas consientes
en la eliminación de objetivos humanos, o en el sabotaje de
instalaciones enemigas.
Algunas veces, el
Sargento Smith, trabajaba conjuntamente con un observador, si la
misión consistía en apostarse en un punto y desde allí apoyar el
avance de fuerzas aliadas, eliminando núcleos de resistencia
enemigos con la ayuda de su fusil M40A3 del calibre 7,62X51 mm NATO.
Pero dado su carácter
introvertido, el sargento Smith, estaba especializado en misiones en
solitario, como la que ahora llevaba a cabo en Afganistan, solamente
le habían proporcionado la fotografía de un jefe tribal mujahidin,
le habían ordenado su eliminación, inteligencia militar le había
proporcionado información inconcreta del paradero actual del
objetivo, situándolo en un campamento enemigo.
Por supuesto, la
operación a nivel oficial no existía, el Sargento Smith, llegaría
hasta el lugar a pie, sin ningún tipo de apoyo, pondría al objetivo
al alcance de su fusil, lo eliminaría, y por sus propios medios
abandonaría el territorio enemigo.
Sonó un débil bip, bip,
de en su reloj de pulsera, el US PACOM satélite militar de
comunicaciones estaba en su horizonte, según el protocolo de
operaciones debería desplegar la pequeña antena de su transceptor
satélite y emitir una ráfaga de datos en PSK 31 informando de su
posición y del desarrollo de la misión y esperar respuesta del
mando estratégico.
- Que les den por culo,
pensó.
MQ-1 Predator |
El sargento Smith, para
esta misión había solicitado el apoyo aéreo de un Dron MQ-1
Predator que orbitando en su horizonte a 60000 pies, le hubiera
proporcionado capacidad táctica de defensa y ataque con sus dos
bombas guiadas por láser de 250 kgrs, y comunicaciones permanentes,
no dependiendo de las comunicaciones esporádicas proporcionadas por
el satélite de comunicaciones, el mando había denegado su
solicitud, argumentando recortes presupuestarios.
-No hay Predator, no hay
transmisiones, pensó el Sargento Smith.
El Sargento Smith, se
oculto en una pequeña cueva entre unas rocas, y se dispuso a comer
su ración de barritas energéticas, se concedió un descanso de una
hora y se puso cómodo encima del aislante de su saco de dormir.
Estas pequeñas
indisciplinas le había dado más de un disgusto con sus superiores,
como cuando lo de Bijelo -Polje,
En 1991, el entonces Cabo
Smith, se hallaba destinado Bosnia Herzegovina, al volver de una
misión, mientras tomaba una copa en un bar de la Base, le habían
dicho que cierta organización de la mafia rusa, proporcionaba
cacerías humanas ocultando los asesinatos al amparo de la guerra, el
ricachon de turno pagaba por un puesto de caza, apostado en un
edificio abandonado, se dedicaba a disparar contra los civiles que se
pusieran a tiro, culpando luego de los asesinatos a francotiradores
servios, le dijeron que uno de esos puesto de caza humana estaba
ubicado en cierto edificio de Bijelo-Polje.
Aunque informo de este
hecho a las Autoridades, estas no le hicieron ningún caso,
aconsejándole incluso de que no hiciera caso a leyendas urbanas.
El Cabo Smith, de
ascendencia apache por parte de un tatarabuelo materno, se ausento
durante cuarenta y ocho horas de su Unidad, acecho y ataco el
inexistente puesto de caza humana en Bijelo-Polje, a su vuelta clavo
en la puerta del Jefe del mando estratégico, dos cabelleras humanas
que había arrancado a sendos cadáveres con su navaja BOKER, junto
con un cartel que decía “ESTO NO ES LO QUE PARECE, ES SIMPLEMENTE
UNA LEYENDA URBANA”, una de las cabelleras resulto ser un afamado
empresario alemán, mientras que la otra pertenecía a un peligroso
miembro de la mafia rusa.
El Cabo Smith, fue
arrestado, por indisciplina ya que se había ausentado durante dos
días sin permiso de su Unidad, lo de las cabelleras, naturalmente se
tapo.
Termino de fumar su pipa
y se dispuso nuevamente para marchar, todavía tendría que caminar
durante más de 100 km en territorio enemigo, hasta llegar a su
objetivo, el Sargento Smith, vivía por y para la guerra, se
encontraba a gusto viviendo en el infierno.
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